20 de febrero de 2021, 10:00 – 11:30
Participantes: Gonzalo Abril, Begoña Ballester-Olmos (Bbo Subtitulado), Lorenzo Beteta (Escuela de doblaje de Madrid), Amparo Bravo, Borja Cobeaga (DAMA), Jara Escala (Deluxe), Beatriz Escudero (Netflix), Carolina Sastre y Candace Whitman.
Les ponentes de esta mesa redonda estuvieron de acuerdo en que les encantaría tener a les traductores y a les ajustadores en la misma sala porque, de esta manera, el proceso sería mucho más fluido y se ahorrarían muchos problemas que se deben a la falta de comunicación, pero dijeron que es muy complicado por la inmediatez de los encargos y por la pandemia. Relacionado con este tema, Lorenzo Beteta se quejó de que, en muchos casos, sobre todo en las películas con un menor presupuesto, le ha costado encontrar a les traductores y Amparo Bravo nos comentó que le es imposible contactar con los estudios porque se lo impiden, a no ser que se traten de grandes producciones. Por otro lado, Gonzalo Abril se quejó de que a veces no encuentra ni el número de teléfono ni el correo electrónico de les traductores para comentar con elles cosas del guion que no se terminan de entender y para intentar solventarlos lo más rápido posible, pero Begoña Ballester-Olmos le respondió que les traductores siempre lo ponen por derechos de autor y por los créditos, y que la información termina desapareciendo.
Por parte de las plataformas, Jara Escala, Account Manager en Deluxe, nos contó que ella suele hacer una reunión en Skype para que el proceso vaya rodado. También nos contó que su trabajo consiste en encargarse de un proyecto, reunir a un equipo y, si no se ha hecho ya, escoger a les traductores para ese proyecto. En resumen, nos dijo que se trata de conseguir que la colaboración entre cliente y estudio funcione lo mejor posible. En cuanto a Netflix, Beatriz Escudero nos contó que siempre hay una persona de contacto para los proyectos que les llegan y que procuran comunicarse constantemente con les traducores para que se solucionen las dudas lo antes posible. Para conseguirlo, Beatriz Escudero nos explicó que crean unas show guides, escritas en inglés, que están pensadas para que se usen en muchos departamentos y que pueden estar traducidas o no dependiendo de los estudios. Sobre estas cartas creativas, Carolina Sastre, Begoña Ballester-Olmos y Josep Llurba comentaron al respecto que normalmente son bastante técnicas y tienen indicaciones más orientadas al doblaje, como el rango de voces de les actores de doblaje.
Por otro lado, Begoña Ballester-Olmos se quejó de que si no ponen los materiales necesarios a disposición de les traductores desde un buen principio, no se puede esperar que hagan una traducción perfecta, sin fallos, y que la calidad final se ve afectada cuando el cliente no entiende el valor real del servicio que están contratando o cuando no cuenta con un presupuesto que ya incluye la traducción, como sí suelen hacer las distribuidoras independientes y los estudios pequeños. Jara Escala nos contó que en Deluxe trabajan un mínimo de 30 a 40 personas que meten mano en cada proyecto audiovisual y que, por eso mismo, la responsabilidad está un poco repartida entre todes les miembres de la cadena.
Como conclusión, Candace Whitman nos habló de su labor como supervisora lingüística dentro de la cadena de trabajo de la TAV y nos contó que ella suele estar presente en todo el proceso porque les clientes no suelen hablar otros idiomas y es quien realmente sabe detectar las connotaciones o explicar las referencias culturales. Además, nos confesó que, para ella, es muy importante acompañar los distintos proyectos hasta el final y que, además, lo suele hacer en distintos idiomas. Como resultado de esto, se produce lo que ella llama «polinización cruzada», es decir, usar las soluciones de traducción que han aparecido en otros idiomas para inspirarse y escribir el ajuste del proyecto que tenga entre manos o para encontrar otras opciones válidas.